Cabo Verde: Isla de Sal

Cabo Verde te invita a vivir unas vacaciones en familia donde el sol, el océano y la aventura se funden en un solo paisaje. Descubre la belleza salvaje de Boa Vista y la energía vibrante de la isla de Sal. Dos joyas atlánticas que os regalarán recuerdos inolvidables.

Precio orientativo por familia:
2463 €

¿Te imaginas unas vacaciones en las que el tiempo se detiene, los relojes se olvidan, los zapatos sobran y la risa de tus hijos se mezcla con el murmullo de las olas? Pues deja de imaginarlo, porque Cabo Verde, ese pequeño paraíso perdido en medio del Atlántico, te invita a vivir unas vacaciones en familia como pocas. Sal y Boa Vista, dos de las islas más encantadoras del archipiélago, son el escenario perfecto para desconectar del mundo, reconectar entre vosotros y crear recuerdos que quedarán grabados en vuestra memoria para siempre. Y lo mejor de todo: este viaje lo tiene absolutamente todo incluido. Volaréis en un cómodo vuelo directo de ida y vuelta con Iberojet, sin escalas, sin prisas, sin complicaciones. Al llegar, os esperará el traslado privado hasta vuestro hotel, donde la calma, la belleza del entorno y un trato cálido os darán la bienvenida. El alojamiento lo escogéis vosotros, con diferentes opciones para cada estilo de familia. Además, el visado y el seguro de viaje también están incluidos, para que lo único que tengas que hacer sea disfrutar.

Sal y Boa Vista no son solo nombres bonitos. Son dos mundos que parecen sacados de una postal, donde la naturaleza es protagonista y el ritmo pausado de la vida invita a bajar las revoluciones. Sal es luz, es arena blanca, es mar turquesa y alegría. Su nombre, que hace honor a las antiguas salinas que aún se pueden visitar, ya nos habla de su historia y su carácter. Esta isla tiene el poder de enamorar a quien la pisa, y aún más si lo haces en familia. Uno de los planes estrella es visitar las salinas de Pedra de Lume, situadas dentro del cráter de un volcán extinto. Allí flotaréis en un agua tan salada que pareceréis astronautas en gravedad cero. Tus hijos alucinarán, y tú probablemente también. Es una de esas experiencias que se cuentan una y otra vez en las sobremesas familiares.

Muy cerca se encuentra el "Olho Azul", una cueva natural que esconde una piscina marina de aguas cristalinas. Cuando el sol está en su punto justo, la luz se cuela por una grieta y convierte el agua en un resplandor azul eléctrico que parece magia. Y hablando de magia, Santa María es el alma de la isla. Un pueblo pintoresco lleno de colores, de sonrisas, de pescadores que vuelven al muelle con sus redes llenas y de niños corriendo por la playa. Aquí las olas acarician la orilla con suavidad, creando una zona perfecta para chapotear, nadar o simplemente relajarse mientras los más pequeños juegan. Pero si lo vuestro es la aventura, también podéis subir a un catamarán y salir a buscar delfines en mar abierto. Verlos saltar junto al barco es un espectáculo emocionante para toda la familia. Y si a alguien le pica el gusanillo del deporte, Sal es uno de los mejores lugares del mundo para iniciarse en el windsurf o el kitesurf, con escuelas que imparten clases para todos los niveles, incluso para niños.

Ahora bien, si en Sal lo que reina es el mar y la vida alegre, en Boa Vista manda la naturaleza en su estado más puro. Esta isla, cuyo nombre ya suena a promesa —"buena vista"— es un escenario más salvaje, más intacto. Las playas se extienden kilómetros y kilómetros sin apenas presencia humana, solo el sonido del viento, el oleaje y, de vez en cuando, alguna cabra local que pasea a su aire. Aquí podéis subiros a un 4x4 y recorrer el desierto de Viana, una lengua de arena dorada que se extiende como si fuera el mismísimo Sáhara. Los niños se sentirán exploradores, subiendo y bajando dunas, haciendo carreras y dejando sus huellas en un paisaje que parece de otro planeta. También podéis visitar el famoso naufragio del Cabo Santa María, un barco encallado desde los años 60 que se ha convertido en parte del paisaje. Es un lugar lleno de misterio, de historias que los más pequeños querrán inventar una y otra vez.

Pero hay algo que hace aún más especial a Boa Vista, y es la posibilidad de asistir al desove de las tortugas marinas. Si viajáis en temporada, podréis observar cómo estas gigantes del mar llegan a la playa a depositar sus huevos. Es un momento único, cargado de emoción y respeto por la naturaleza. Las excursiones están organizadas por guías locales que cuidan cada detalle para que la experiencia sea inolvidable y respetuosa con el entorno. Y por si fuera poco, también podéis montar en buggy por las pistas de arena, explorar pequeñas aldeas criollas donde el tiempo parece haberse detenido, o simplemente relajaros en la playa mientras el sol pinta el cielo de colores al atardecer.

Tanto Sal como Boa Vista tienen una infraestructura turística que facilita mucho viajar con niños. Los hoteles ofrecen todo tipo de comodidades, desde piscinas infantiles hasta actividades organizadas, menús adaptados y habitaciones familiares. Además, los caboverdianos son especialmente acogedores con las familias, y los niños son bienvenidos en todas partes. Hay algo en el ambiente que transmite paz, una sensación de seguridad que te permite relajarte de verdad. Puedes pasear por los mercados, probar frutas tropicales como el tamarindo, la papaya o el mango, bailar al son de la música local o dejarte tentar por la cachupa, el plato nacional que aúna la esencia del país en cada cucharada.

Y si te preguntas qué hace único a Cabo Verde, más allá de sus playas paradisíacas y su clima perfecto, te diré esto: es la mezcla. La mezcla de culturas, de idiomas, de ritmos, de paisajes. Aquí se habla portugués, criollo caboverdiano, inglés, francés… Aquí la morabeza, esa palabra que define la hospitalidad amable y relajada de sus gentes, se siente en cada gesto, en cada saludo, en cada sonrisa que te acompaña sin prisa. Aquí no hay estrés, no hay agobios, no hay horarios imposibles. Solo días largos, cielos despejados, mar en calma y la sensación de que todo va bien.

Este viaje está diseñado para que disfrutes de verdad, sin complicaciones, sin tener que pensar en nada más que en pasarlo bien con los tuyos. El vuelo directo con Iberojet te lleva y te trae sin escalas ni estrés. Los traslados están organizados para que todo fluya desde el primer momento. El alojamiento se adapta a vuestras preferencias, con diferentes categorías y ubicaciones. El visado lo tienes incluido. El seguro de viaje te da la tranquilidad de estar cubierto. ¿Qué más se puede pedir?

Viajar en familia a Cabo Verde es mucho más que unas vacaciones al sol. Es descubrir juntos un rincón del mundo que sorprende, que emociona y que deja huella. Es ver a tus hijos correr descalzos por la arena, reírse flotando en aguas saladas, observar delfines por primera vez o ver cómo una tortuga empieza su viaje hacia el mar. Es desconectar del ruido para volver a conectar con lo esencial. Y cuando llegue el momento de volver a casa, te darás cuenta de que algo ha cambiado. Porque un trocito de Sal y de Boa Vista se vendrá con vosotros. En forma de recuerdos, de historias, de fotos, de vivencias. Y quién sabe… quizás en forma de promesa de regresar algún día.

¿Estás preparado para descubrir el paraíso con tu familia? Cabo Verde os espera con los brazos abiertos y una sonrisa que no se olvida.

Deja que el Atlántico os abrace en familia. Cabo Verde os espera con playas infinitas, aventuras únicas y momentos que se quedarán para siempre en vuestra memoria.

Si buscas unas vacaciones diferentes en familia donde todos disfruten, Cabo Verde es el destino perfecto: naturaleza salvaje, cultura criolla y mucha, mucha diversión.

Entre dunas doradas y aguas turquesas, Cabo Verde susurra historias de mar, de calma y de alegría. ¿Te atreves a escribir la vuestra en sus islas?

¡Es el momento de descubrir Cabo Verde en familia! Dos islas, mil emociones… y unas vacaciones inolvidables por delante. ¿Te vienes?

Suneo Dunas Cabo Verde - isla de sal

hotel Suneo dunas Cabo Verde

Hay lugares donde el tiempo parece olvidarse de avanzar, donde el sol acaricia con mimo cada rincón y el océano murmura historias de otros mundos. Cabo Verde es uno de esos destinos que hechizan con su sencillez, su luz y su carácter atlántico. En el corazón de esta isla de sueños, el Suneo Dunas se alza como un oasis de alegría para las familias viajeras que buscan descanso, diversión y momentos que se queden para siempre en la memoria. Este acogedor resort, a tan solo unos minutos del animado pueblo de Santa María, está pensado para que cada miembro de la familia encuentre su lugar. Aquí, las risas de los niños se mezclan con el sonido del agua en las piscinas, los chapoteos del parque acuático y la música suave que acompaña las tardes cálidas junto al bar. Cada día empieza con un nuevo plan: tal vez una excursión a la playa de arena blanca, quizá una partida de vóley en la arena, o simplemente dejarse llevar por la brisa marina sin hacer nada más que disfrutar.

Las habitaciones, amplias y funcionales, invitan al descanso tras un día bajo el sol caboverdiano. Las familias numerosas encuentran comodidad en los alojamientos de dos dormitorios, y todos gozan de detalles pensados para el confort: aire acondicionado, terraza privada y ese silencio que regalan las noches en el trópico. En el restaurante, los sabores del mundo se dan cita en un buffet variado y amable, donde grandes y pequeños encuentran algo que les hace sonreír. Durante el día, snacks, refrescos y helados se convierten en los mejores aliados de las aventuras acuáticas. Y cuando cae la noche, la animación del resort toma el relevo con espectáculos que entretienen y hacen sentir que cada día ha valido la pena. Pero más allá de sus instalaciones, lo que convierte al Suneo Dunas en un lugar especial es su ambiente: cálido, cercano y familiar. Un rincón del mundo donde el lujo no está en los detalles dorados, sino en los abrazos después de un baño en el mar, en las siestas al abrigo de una sombrilla, en los juegos al atardecer y en la sensación de haber compartido algo real.

Para quienes viajan con hijos y buscan sol, mar y sonrisas, este hotel puede convertirse en el escenario perfecto para una aventura inolvidable. Porque al final, los mejores recuerdos no se miden en estrellas, sino en momentos compartidos.

Cabo Verde: Isla de Sal - precio desde:

Fecha 2adul+1niño 2adul+2niños
11 de julio 2463€ 3190€
18 de julio 2955€ 3838€
25 de julio 4014€ 5250€
01 de agosto No disponible No disponible
22 de agosto 4194€ 5486€
29 de agosto 3057€ 4070€
05 de septiembre 2781€ 3606

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Gastos de cancelación     
desde el momento de la reserva, 65€
Entre de 25 y 15 días antes de la salida, 35% importe total del viaje
A partir de 14 días antes de la salida: 100%
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Esta gran experiencia incluye
Cabo Verde: Isla de Sal y Boa Vista
SALIDAS DESDE: MADRID, VITORIA, ASTURIAS Y ZARAGOZA
Avión directo ida y vuelta, con Iberojet
Traslados aeropuerto-hotel-aeropuerto
Alojamiento en el hotel elegido
Régimen Todo Incluido
Seguro básico de viaje
Experiencia Viajacontufamilia®

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